lunes, 14 de octubre de 2013

Te lo digo de todos modos

Si hubiera tenido un poco más de valor, se lo habría dicho todo. Le habría dicho que le necesitaba, que después de vivir en la nada, él comenzaba a ser mi todo. Sólo era cuestión de pronunciar un par de palabras, tal vez algunas más... “te AMO” o “te necesito”, o también “quédate a mi lado”, serían ejemplos claros de lo que podía haber dicho en aquel momento. O tal vez ninguna palabra, simplemente un beso. Pero no, no dije nada. Le despedí con un “hasta pronto”, pero que realmente era un “hasta no sé cuando”. Ni siquiera sabía si le volvería a ver. Había aparecido en mi vida de repente, y de repente se había ido. ESTÚPIDA, ESTÚPIDA Y ESTÚPIDA, son las palabras que, desde aquel día y hasta hoy, sigo repitiéndome constantemente, por no haber ni siquiera intentado retenerlo aquí... 








 CONMIGO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario